El promedio de ingreso mensual de la población ocupada fue de Gs.2,4 millones en el cuarto trimestre del 2019, cifra que al ser convertida en términos reales muestra una caída interanual de 4,3%, ello significa que las personas tenían una menor capacidad de consumo. Realizando una estimación de la variación en los créditos al consumo deflactados, estos últimos habrían crecido 9% en ese periodo de tiempo, ya que las personas habrían solicitado más créditos para poder satisfacer sus necesidades y mantener su estándar de vida.
Para el primer trimestre del año 2020 se estima que los ingresos seguirán sin recuperarse, situación que se agravaría debido a los efectos del Covid-19 en la actividad económica. Esto afectará la capacidad de pago de las personas, mientras que la necesidad de cubrir el consumo habitual aumentaría la demanda de créditos, que tendrían un mayor riesgo, con lo que la tasa de morosidad del segmento, que en enero fue de 4,99%, podría aumentar. Todo esto hace necesaria la adopción de medidas concretas, como un subsidio a los trabajadores menos formalizados para paliar la situación.