La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) aumentó su tasa de interés por primera vez en casi cuatro años, hasta el de 0,25-0,50%, es decir, aplicó un aumento de 25 puntos base. La decisión obedece al fortalecimiento del mercado laboral en EE.UU. sumado a los altos niveles de precios.
La inflación estadounidense, que llegó a su punto mas elevado en 40 años, llegaría 4,3% según pronósticos de la FED, reflejando los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia; precios más altos de la energía (combustibles) y presiones de precios más amplias.
La FED adelantó que aumentos adicionales a la tasa “serán apropiados”, con lo que según estimaciones de agentes el referencial podría cerrar el año en el rango del 1,25 a 1,5%, lo que permitiría a los agentes tomar mejores decisiones sobre sus inversiones.
Con los ajustes de la tasa de referencia estadounidense, es probable la migración de flujos de capitales desde Latinoamérica hacia EE.UU. lo que hará que las monedas de la región se deprecien.


