El Día Nacional de la Familia se celebró en nuestro país el pasado domingo 27 de abril, según la ley 5425. En ocasión de esta importante conmemoración, planteamos la siguiente reflexión: ¿Existe una relación directamente proporcional entre la estabilidad familiar y la empresarial?
Por José Méndez, socio de Mentu
Desde el 2020, con mi esposa, llevamos adelante el servicio de parejas guías para el desarrollo del cursillo pre matrimonial a aquellas parejas que desean consagrarse sacramentalmente al matrimonio. También somos relacionistas de ayuda prestando un servicio de acompañamiento para matrimonios en crisis. Estas conversaciones, estrictamente confidenciales, me permiten incrementar cada vez más el valor por la familia, no solamente como elemento clave para el desarrollo integral de la persona, sino como factor fundamental para la estabilidad del núcleo empresarial en Paraguay.
¿Por qué es importante la estabilidad familiar para el mundo empresarial paraguayo? Porque 7 de cada 10 empresas son familiares, gobernadas por miembros de la familia, en donde sus decisiones pueden venir tanto de una mesa formal de directorio como de un almuerzo de domingo. También, porque las familias funcionan como principal fuente de financiamiento, puesto que entre 40% y 60% de estas empresas se financian con ahorros familiares o préstamos entre parientes.
En las empresas paraguayas, desde nuestro chipero favorito hasta las StartUps de base tecnológica, la estabilidad emocional se traduce en productividad laboral. Las relaciones estables actúan como amortiguadores de factores de riesgo que podrían causar un mayor ausentismo laboral, a causa del estrés u otros conflictos; además, son más propensas a proponer innovaciones y atravesar el camino de la permanencia y legado hacia la siguiente generación.
Las estructuras familiares estables —sean formales o informales— correlacionan con una mayor capacidad de ahorro. La estabilidad familiar actúa como columna vertebral de la economía local a través del consumo estable: hogares con uniones consolidadas representan mayor gasto en bienes duraderos, ya que proyectan inversiones y un camino con un futuro juntos. Las familias que logran conversar sobre el dinero consiguen hablar, a la vez, de sueños, expectativas y hasta del “ego” mismo de cada uno de los miembros.
En el 2022, la principal causa de divorcio no fue la infidelidad, sino la falta de estabilidad financiera y conflictos por el manejo del presupuesto familiar (“en su mayoría es a causa de problemas económicos, violencia y adicciones”, detalló la magistrada López del 18° Turno). Esto incluye desempleo, deudas acumuladas y desigualdad en la contribución económica entre parejas.
Estas interpretaciones de datos nos demuestran que la estabilidad familiar —independientemente de su formalidad— es un activo estratégico para Paraguay. Sectores como retail, servicios educativos y financieros deben adaptar sus modelos a esta realidad, donde la familia sigue siendo la unidad básica de resiliencia económica.
Es importante proteger la familia, no solo como un instrumento fundamental de soporte y crecimiento personal, sino como una herramienta tangible, sensible y alcanzable que apalanca el tejido empresarial e impulsa genuinamente la estabilidad de la micro economía en Paraguay.