El Banco Central Europeo (BCE) anunció la suba de sus tasas de referencia en 50 puntos básicos. La decisión se debió en parte a las preocupaciones sobre la persistencia de la elevada inflación, que en junio cerró en 8,6%, así como a la desaceleración del crecimiento, siendo la Zona Euro impactada por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con esto, la tasa de interés de financiación se sitúa en 0,5%, la de facilidad marginal del crédito en 0,75% y la de facilidad de depósitos en 0%, dando fin a los tipos de interés negativos.
Además, el BCE aprobó el Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI), con el objetivo asegurarse de la transmisión de su política monetaria a los países miembros, a través de la compra de bonos que disminuya los costos del endeudamiento de estos.
La Zona Euro acusa los efectos de la guerra en Ucrania, dado que el riesgo de interrupción del suministro de energía y las restricciones de la oferta de alimentos, podrían llevar al bloque a un crecimiento más bajo de lo esperado.


