Las personas de menores ingresos gastan la mayor parte del salario en alimentos, el principal requerimiento para la subsistencia, pero a la vez son los productos más impactados con los aumentos de precios. Esto lo explica Marta Coronel, coordinadora de Economía de Mentu, para quien la problemática real no radica en el monto del salario mínimo o el reajuste, sino más bien en el alto porcentaje de informalidad.
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