Por José Méndez, Socio de Mentu
Al igual que en muchos países, hoy celebramos el Día del Padre en Paraguay. Festejamos esta fecha en un contexto donde cada vez se habla menos de la importancia de la figura paterna, mientras que el rol de compañero y mentor de los hijos es cada vez menos importante por diferentes motivos, en muchos de los cuales, los hombres también tenemos responsabilidad.
Me tocó ser papá a los 30 años y todo para mí cambió, pero no fue hasta el nacimiento de mi par de gemelos que la vida se me revolvió. No tenía idea de en dónde estaba, qué se precisaba de mí o cómo podía encontrar el camino. Entonces, hablé con familia, colegas y amigos, que me ayudaron bastante y aunque me decían que volvería a encontrar mi camino, aún vivía un mundo de incertidumbre mientras mi ansiedad crecía.
Me refugié en lo que tenía certeza y había aprendido de mi papá: la lectura. Ese 2017, leí más que en toda mi vida buscando recetas, respuestas, experiencias y herramientas que me permitieran alcanzar una plenitud de disfrute del camino que traza la aventura de una paternidad responsable.
Quiero regalarles tres libros que me mostraron el camino:
- ¿Los papás importan? De Paul Raeburn: Invita a reflexionar sobre los prejuicios culturales, el genoma, ADN y reconocer que un niño/a siempre buscará una figura paterna, no importan las circunstancias, su cuna, nación, condición económica o social, siempre querrán saber quién es su papá. Es un poco técnico, pero hace un llamado a la sociedad a valorar y apoyar más a los padres en su rol.
- Héroe. Cómo ser el padre fuerte que tus hijos necesitan, de Meg Meeker. Destaca que no necesitamos ser perfectos para ser héroes en la vida de nuestros hijos/as. Lo que necesitamos es estar presentes, mostrar amor incondicional y ser un modelo de fortaleza y valores. Pone en duda la frase cliché de “momentos de calidad” y la reemplaza por “tiempo de verdad”.
- Mejores padres, hijos más fuertes, de Rick Johnson: Que me inspiró a asumir desafíos con valentía y compromiso. Tenemos que preparar a nuestros hijos para enfrentar los desafíos de la vida adulta con confianza y propósito. Mis hijos aprenderán más de lo que ven de mí, que de lo que les dicen otros.
Desde Mentu, siempre hablamos de integrar nuestra vida personal, espiritual y laboral. Hoy es un día para hacerlo, honrarlo y, si es necesario, repararlo.
Feliz día a los que estamos, a los que esperamos y también a los nunca llegaron, a los que amamos y a los que recordamos…