Desde PRODesarrollo se insiste en que la lucha contra la economía subterránea no puede seguir siendo tratada como una tarea de segundo orden. “Reducir la informalidad en Paraguay exige mucho más que reformas aisladas o incrementos graduales de formalización”, sostiene el informe. El fenómeno no se limita a una cuestión tributaria: afecta la competitividad, la equidad, la seguridad jurídica y las condiciones básicas de vida de millones de paraguayos.
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