Al cierre cuarto trimestre del 2023 la tasa de informalidad laboral fue de 62,1%, abarcando a más de 1.500.000 personas que se dedican a actividades no agropecuarias, lo que supera en más de 100.000 personas al nivel del 2022.
Por categoría ocupacional, en la de trabajador familiar no remunerado, dada dicha condición, el 100% está en informalidad lo que se traduce en la vulnerabilidad de más de 87.000 personas al no tener cobertura de seguro médico y/o posibilidades de jubilación.
La informalidad también es significativa entre los trabajadores domésticos: el 97,2% no cotiza a sistema de jubilación y pensión alguno. Le sigue en importancia la categoría de los trabajadores por cuenta propia, en donde la informalidad abarca al 76%.
Considerando que el 76,3% de la población ocupada trabaja en Mipymes, empresas donde el grado de informalidad es elevado, es crucial diseñar políticas públicas que las asistan para mejorar su gestión y las condiciones de sus empleados, con beneficios que les permitan expandirse y ser rentables.


