Las tensiones entre Estados Unidos (EE.UU.) y China se han intensificado debido a la serie de medidas comerciales, que incluyen restricciones a la inversión y el comercio, propuestas por la administración de Trump.
Un memorando reciente solicita a un comité gubernamental que aumente las restricciones a las inversiones chinas en tecnología y energía. Además se solicitó a México que imponga gravámenes sobre las importaciones provenientes del país asiático. Por otro lado, se propuso tarifas sobre los buques comerciales fabricados en China, aumentando la presión sobre la industria naval de dicho país.
Estas acciones representan los esfuerzos más contundentes de Trump contra China en su segundo mandato y podrían obstaculizar el acuerdo para reducir el superávit comercial de China con EE.UU.
Por su parte, China ha instado a EE.UU. a evitar la politización de los lazos económicos, advirtiendo que las nuevas restricciones podrían perjudicar la confianza de los inversores chinos. Las medidas reforzarían la creciente división económica entre ambas potencias.

