En febrero de 2025, el IPC de China cayó 0,2% mensual, explicado por la reducción de 0,5% de los precios de los alimentos y de 0,1% de los precios de productos no alimentarios.
Interanualmente, el IPC chino disminuyó 0,7% tanto en zonas urbanas como rurales. Los precios de los alimentos bajaron 3,3%, mientras que los de los productos no alimentarios cayeron 0,1%. Los bienes de consumo y los servicios registraron descensos de 0,9% y 0,4%, respectivamente.
Entre los alimentos, las mayores caídas mensuales de precios fueron de huevos (-5,5%) y verduras frescas (-3,8%), mientras que los de las frutas frescas subieron 1,8%.
Estos datos reflejan una débil demanda interna, con consumidores cautelosos ante la incertidumbre laboral y de ingresos. La caída del IPC, mayor a la esperada, y la persistente deflación en los precios al productor plantean un desafío económico que podría requerir estímulos para reactivar el consumo y la confianza del mercado.


