Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt recibieron el Premio Nobel de Economía 2025 por sus investigaciones sobre cómo la innovación tecnológica y la “destrucción creativa” impulsan el crecimiento económico y elevan el bienestar global.
Sus teorías explican cómo nuevas ideas y métodos productivos reemplazan a los antiguos, generando progreso, aunque advierten que este no es automático.
La Academia Sueca de Ciencias destacó la importancia de proteger la competencia y la libertad científica para mantener el dinamismo económico. Mokyr alertó que las políticas educativas y científicas restrictivas en Estados Unidos podrían limitar su liderazgo global, mientras Aghion y Howitt criticaron el proteccionismo comercial, al que consideran un freno a la innovación.
El comité subrayó que, pese a desafíos como la automatización, el cambio climático o la concentración del poder empresarial, la creatividad humana y el avance tecnológico siguen siendo los pilares del crecimiento sostenido y sostenible que ha transformado la economía mundial desde la Revolución Industrial.