El Índice PMI del Sector Manufacturero de la Zona Euro se situó en 48,4 en septiembre vs 49.6 en agosto, registrando su mínima de los últimos veintisiete meses.
La desaceleración es impulsada principalmente por el aumento vertiginoso del costo de vida, que está reduciendo el poder adquisitivo y afectando la demanda. Así también, los altos precios de la energía están limitando cada vez más la producción de los fabricantes que hacen uso intensivo de energía.
El indicador de nuevos pedidos han disminuido, lo que anticipa un recorte de la producción en los próximos meses, a menos que la demanda se reactive.
Sin embargo, se espera para los próximos 12 meses una caída en la demanda, lo que ha conducido a una reducción de la compra de insumos y un menor crecimiento del empleo a medida que las empresas se preparan para un invierno duro.
La expectativa más pesimista es atribuible a los principales riesgos latentes, que son: el aumento de los costos de la energía, la actual guerra en Ucrania y el temor a una recesión.


