La CEPAL advierte que los países América Latina y el Caribe permanecen atrapados en una trampa de baja capacidad para crecer. Entre 2015 y 2024, el crecimiento promedio anual fue apenas del 1%, con un estancamiento del PIB per cápita, y si bien para 2024 y 2025, las proyecciones de crecimiento regional son de 2,2% y 2,4%, respectivamente, permanecen por debajo del promedio mundial de 3,2%.
A nivel global, el consumo y la recuperación del mercado laboral han impulsado a las economías avanzadas, mientras las emergentes liderarían el crecimiento económico con 4,2% anual. Sin embargo, en América Latina, los altos costos de financiamiento, las depreciaciones monetarias y las restricciones fiscales limitan las políticas macroeconómicas.
El organismo señala que la región requiere una transformación productiva sostenible y políticas coherentes que aumenten el espacio fiscal, mitiguen los ciclos económicos y respondan a desafíos como el cambio climático y la cuarta revolución industrial. Esto es clave para desbloquear su potencial de crecimiento a largo plazo.


