El Presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró ayer martes la Ley Marcial, que le permitía movilizar fuerzas militares para restablecer el orden público y garantizar la seguridad, argumentando que era necesaria para enfrentar la agitación política generada por los partidos de oposición, quienes, según él, estaban socavando la estabilidad del país.
Si bien la medida fue levantada pocas horas después luego de que el parlamento lograra reunirse, la noticia causó impacto en los mercados financieros, provocando una caída de alrededor de 2% del won surcoreano, que alcanzó su nivel más bajo desde agosto de 2022. La incertidumbre política generó una fuga de capitales, llevando a los inversores a refugiarse en activos más seguros, como el yen japonés.
Tras la fallida medida, el Ministerio de Finanzas surcoreano anunció que inyectaría liquidez para estabilizar los mercados, lo que tuvo un limitado efecto, considerando que el Kospi, principal índice de la bolsa de Seúl, bajó 1,44% en las operaciones del miércoles, mostrando que los inversores siguen cautelosos sobre la estabilidad política a largo plazo en Corea del Sur.

