Paraguay alcanzó el grado de inversión según la escala de Standard & Poor’s (S&P) que elevó la calificación soberana del país a BBB-, convirtiéndose en la segunda agencia en otorgar este reconocimiento, luego de que la calificadora Moody’s lo hiciera en julio de 2024.
En su decisión de S&P consideró la estabilidad macroeconómica, las mejoras fiscales, el avance de políticas públicas y una mayor resiliencia económica. La calificadora señaló que el crecimiento sostenido, el aumento de la inversión privada, la credibilidad del Banco Central y el compromiso con déficits fiscales moderados, son factores que permitirían recomponer gradualmente los amortiguadores fiscales y diversificar la economía.
No obstante, la agencia advirtió que el grado de inversión podría verse comprometido si se deteriora el perfil fiscal o el externo. Entre los principales riesgos se encuentran déficits persistentes en cuenta corriente, una dependencia del endeudamiento externo, presiones sobre el fisco dado el déficit creciente de la Caja Fiscal, shocks climáticos y la elevada exposición de la deuda pública a variaciones del tipo de cambio.


