Probablemente no se pueda saber qué es lo que va a pasar mañana, en 5 o en 10 años, entonces: ¿por qué se plantea algo vinculado a “Escenarios futuros»?, es porque aunque no se pueda conocer con certeza, sí se puede planear con inteligencia. El futuro no es algo se prevé, sino que se construye.

Piensa en los escenarios futuros, ¿alguna vez has oído hablar de ellos? ¿sabes todo lo que se puede obtener con el simple hecho de pensar en el futuro? Probablemente parezca insignificante pensar en el futuro cuando ni siquiera se puede estar seguro cómo se está afrontando el presente.  Pues el futuro es algo parecido al presente, tan incierto que pareciera no llegar nunca o en algunas ocasiones, llegar demasiado rápido. Existen personas que hasta incluso se atreven a decir que el futuro es ahora, ¿qué piensas al respecto? Los escenarios futuros son métodos que se utilizan para poder clarificar la incertidumbre, orientar hacia una toma de decisiones estratégicas y acertadas y permitir transportarse a situaciones futuras, deseables y posibles, describiendo con coherencia lo planteado.

En algún momento habrás escuchado a alguien decir, es de inteligentes esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor. Ante tanta incertidumbre como es la realidad que se está viviendo actualmente, es necesario plantear varios escenarios y contar con la suficiente conciencia para reconocer las posibles situaciones futuras, tanto las que impliquen amenazas, así como también oportunidades. Sabiendo todo esto, te animarías a pensar en él ¿qué pasaría si…? Por todo ello y mirando desde un punto de vista crítico y estratégico, se plantean a continuación algunos ejes y pasos a seguir para la planeación de los escenarios futuros.

• Propósito: Un primer paso es tener definido tu propósito. No puedes avanzar a ningún lugar sin tener claro cuál es tu propósito, el cual, en un Pulso de Negocios anterior, se hizo mención sobre la importancia de él en cada ámbito. ¿Cómo piensas planear un futuro sin primero saber para qué lo estás haciendo? El propósito va alineado hacia lo que se hace en el día a día y se ve reflejado en el impacto que genera en los demás.
• Recursos: Un segundo paso podría ser el de analizar los recursos con el que cuenta tu competencia. ¿Qué tienen ellos que no tengo yo? y, ¿qué tengo yo que ellos no pueden/podrían tener? Enfócate en complementar de la mejor manera tus fortalezas con las oportunidades que irás descubriendo con el tiempo, permítete ser un principiante desde donde te toque serlo, pues nadie nace sabiendo.
• Tendencias: En un siguiente paso, necesitarás explorar las tendencias actuales que podrían transformarse en oportunidades. Ojo, es bueno recordar que las tendencias como tales, pueden ser una gran oportunidad de crecimiento y posicionamiento, pero al momento de tomar las decisiones ponte nuevamente a pensar: ¿lo hago por que lo quiero hacer o lo hago porque todos hacen lo mismo? Y así también, saber que todas las tendencias se quedan en el tiempo, nunca son para siempre. Entonces, teniendo en cuenta esto, deberás pensar qué es lo que te convendrá entre una y otra alternativa, y, en mira del futuro, ponerlo en una balanza y actuar de acuerdo a lo que consideres correcto.

Es probable que te cuestiones también, por qué tantas preguntas en cada paso mencionado, pues no se trata de tener las mejores respuestas sino de hacer las preguntas correctas. Quizás no logres encontrar todas las respuestas al momento de pensar en cada posibilidad, pero recuerda, más que respuestas, son importantes las preguntas adecuadas. Son ellas las que, a través de cuestionamientos, llegan a la verdad de lo que se busca.

Una vez que hayas reconocido cuáles son tus oportunidades y amenazas, deberás pensar en tus recursos disponibles para afrontar cada posibilidad, comparar resultados y buscar mejoras. Se trata justamente de saber aprovechar las oportunidades pensando estratégicamente las posibles situaciones y estar siempre atentos a las amenazas entrantes. Además de saber identificar cada oportunidad y amenaza, será necesario que sepas identificar las señales de mercados que están vigentes, disponibles y que las podrás encontrar en el presente. Son señales que podrían llevar a la posibilidad de una situación imprevista y saber reconocerlas de forma correcta dirige hacia el pensamiento estratégico para cada alternativa. En otras palabras, se puede decir que se trata de revelar posibilidades inesperadas, a través de las señales presentes e identificadas y que la combinación de dos, tres o las que sean necesarias, crean un escenario posible de suceder, provocativo de anunciar y plausible de explicarse.

El futuro se trata de tener visiones distintas a las que tienen los demás, un profesional con una gran visión es aquel que puede ver las cosas más allá de lo que son, aquel que no se queda con observar un camino de frente, sino que tiene la capacidad de encontrar caminos diferentes, descubriendo oportunidades disponibles para todos, pero hallados por pocos, un gran visionario es aquel que encuentra soluciones en donde hay problemas y es capaz de transformar realidades casi imposibles de mejorar.

Los líderes de hoy utilizan los escenarios futuros para tener cuidado de aquello que parece imposible de suceder, pero que sin embargo pueden reconocer el impacto que podrá generar en su organización. Por razones como estas es que se hace hincapié en buscar constantemente tener una mirada amplia y abierta para cualquier situación, es así que uno inconscientemente puede convertir sus pensamientos en visiones únicas, creativas y críticas, de eso se trata el pensamiento estratégico, y es una habilidad que no muchos pueden llegar a desarrollar. Aquellos que tienen en cuenta este tipo de aspectos, son los que llegan al éxito.

En vista del 2021, desde Mentu estamos aptos para ayudarte a orientar tu futuro y plantear posibles escenarios juntos. ¡Contáctenos!

Si este Pulso de Negocios fue de tu agrado, ¡no dudes en compartirlo! Para recibir más notas de este tipo, suscríbete en el siguiente enlace:

Referencias: