Según la Fundación Getulio Vargas (FGV), la confianza del consumidor brasileño en el último mes del año se incrementó 2,7 puntos luego de haber caído en los dos últimos meses.
La mejora en el índice refleja el optimismo entorno a los próximos meses especialmente de las familias con poco poder adquisitivo que se han estado endeudando y han sufrido de una manera mas profunda los efectos inflacionarios y la subas de las tasas.
No obstante, la percepción sobre el mercado laboral se ha deteriorado, lo que podría repercutir en la intención de compra en el corto plazo.
Desagregando por los subíndices el Índice de Situación Actual (ISA) se mantuvo prácticamente estable, con una mejora de solo 0,1 puntos, y se situó en 70,9 puntos. Por su parte, Índice de Expectativas (IE) se incrementó 4,3 puntos alcanzando los 100,3 puntos.
De esta manera en términos generales, el índice de confianza cierra el año con un saldo positivo, aunque queda margen de mejora para que se situé por encima del nivel neutral, con estímulos al consumo.

