Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la economía global tendría un bajo crecimiento en el corriente y en el próximo año producto de las altas tasas de interés.
La OCDE estima que el PIB mundial crecería 3% en el 2023 y el año que viene llegaría a un crecimiento de 2,7%. Dicho comportamiento sería consecuencia del impacto de las subidas de las tasas de interés en la actividad y un crecimiento menor al esperado de China.
En este sentido, la organización recalca que la inflación podría mostrarse persistente considerando que la inflación subyacente, que mide los precios de los bienes no volátiles continúa elevada en la mayoría de los países, por lo que el desafío se da en doble sentido por un lado una alta inflación y por otro lado un bajo crecimiento.
Este escenario de crecimiento adverso se suma a estimaciones de otros organismos como la del Fondo Monetario Internacional (FMI) que proyecta un crecimiento económico mundial entorno al 3% en los próximos 5 años.


