El índice del dólar acumula hacia finales del año un incremento de 6,6%, impulsado por el crecimiento económico de EE. UU. y la política monetaria cautelosa de la Reserva Federal. En contraste, el yen japonés enfrenta su cuarto año consecutivo de pérdidas, debilitado por una política monetaria flexible del Banco de Japón (BoJ).
El euro se mantiene cerca de mínimos de dos años, reflejando la expectativa de recortes adicionales en las tasas del Banco Central Europeo (BCE).
En tanto, los mercados bursátiles globales registraron un aumento semanal del 1,6% en operaciones reducidas por las festividades. Por otro lado, el oro cerraría el año con un aumento anual de 27%, mientras que el petróleo Brent subió 1,1% en la semana pasada, impulsado por expectativas de estímulo económico en China.
Analistas advierten que el impacto de las políticas del presidente electo Donald Trump, incluidas tarifas y recortes fiscales, podrían reconfigurar los mercados en el año 2025.