En mayo, el ingreso personal en Estados Unidos (EE.UU.) bajó 0,4% mensualmente, el ingreso personal disponible cayó 0,6% y el gasto en consumo retrocedió 0,1%. Así también, disminuyeron los gastos personales, mientras que la tasa de ahorro se mantuvo en 4,5% de los ingresos, en un contexto donde los precios al consumidor subieron 0,1%, y, excluyendo alimentos y energía, crecieron 0,2%.
En la comparación interanual, el índice de precios de los gastos personales de consumo (PCE) aumentó 2,3%, mientras que su versión subyacente (sin alimentos ni energía) subió 2,7%. Ambas tasas son 0,1 punto porcentual mayores a las del mes previo.
La reducción de los ingresos se debió principalmente a menores beneficios sociales por recortes en pagos del Seguro Social tras la Ley de Equidad y a una disminución en ingresos agrícolas. Si bien, estos factores fueron parcialmente compensados por un alza de los salarios, especialmente en servicios, la caída registrada sugiere una demanda más débil, lo que podría influir en futuras decisiones de política monetaria.