La actividad manufacturera de China volvió a deteriorarse en noviembre, mostrando una pérdida de dinamismo hacia el cierre de 2025. El PMI del sector cayó a 49,9, por debajo del umbral de 50 y del nivel de octubre (50,6), señalando una ligera contracción.
Este comportamiento se debe principalmente a que el crecimiento de los nuevos pedidos se frenó. Aunque los pedidos del exterior repuntaron, este avance no compensó la debilidad de la demanda interna.
Como respuesta, las empresas redujeron personal, recortaron compras y administraron sus inventarios con mayor cautela. Los stocks de insumos cayeron por primera vez desde abril y los de productos terminados registraron su descenso más pronunciado en casi tres años.
En cuanto a precios, los costos siguieron aumentando,


