El crecimiento económico mundial en el 2023 sería 0,5 puntos porcentuales (p.p.) menor al alcanzado en el pasado año y se ubicaría en 3%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un ajuste a la baja del ritmo en el 2024 hasta 2,9%.
Ambas proyecciones son menores al promedio histórico de crecimiento de 3,8% registrado en el periodo 2000-2019, y estarían reflejando en parte las consecuencias a largo plazo de la pandemia, la guerra en Ucrania, la creciente fragmentación geoeconómica. A estas causas se suman los efectos del endurecimiento de la política monetaria que se dieron principalmente a través de ajustes de las tasas de referencia que se tradujeron en condiciones más duras para el financiamiento.
Adicionalmente, el crecimiento proyectado para los grupos de países sería desigual. En el caso de las economías avanzadas se prevé un crecimiento de 1,5% en el corriente año y 1,4% en el 2024, mientras que las economías emergentes se expandirían 4% en el corriente, un ajuste a la baja de 0,1 p.p., manteniendo una trayectoria por debajo de la prepandemia, afectadas por el desempeño esperado para China.

