El índice de precios al consumidor amplio (IPCA) variable utilizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IGBE) para medir la inflación del Brasil, se situó en -0,08% en el mes de junio, la primera deflación en lo que va del año.
Dicha disminución puede ser explicada por la evolución de los precios de los alimentos y transporte que disminuyeron -0,66% y –0,41%, respectivamente. En el primer grupo se destaca la disminución en los precios del aceite de soja, frutas, leche y la carne, mientras que en el segundo grupo el descenso puede ser explicado por la baja del precio del combustible favorecida por el cambio en la política de precios de la petrolera estatal.
De esta manera, la inflación interanual se ubica en 3,16%, por debajo de la meta establecida de 3,25% para el corriente, que tiene un margen de tolerancia de 1,5 en ambas direcciones. Con estos resultados, el mercado se mantiene expectante a las decisiones futuras que las autoridades monetarias tomarían respecto a los ajustes de la tasa de referencia SELIC que se encuentra en 13,75% desde agosto del año pasado.


