En Europa, el escenario es complejo y hasta ahora no se encuentra una salida para mejorar crecimiento. Según datos de Eurostat, la Zona Euro creció 0,2% entre julio y septiembre, porcentaje idéntico al del segundo trimestre del año, lo que está explicado por la desaceleración del sector manufacturero, que sigue la peor racha desde 2012, y se propaga hacia los servicios.
Por otro lado, el mercado laboral sufre las consecuencias, ya que las empresas se muestran muy cautelosas para invertir, hecho que se vincula a las tensiones comerciales a nivel global, la preocupación generada por el Brexit y previsiones económicas menos alentadoras.
El menor nivel de actividad económica en esta zona económica repercute en el comercio mundial, haciendo que disminuya la demanda global lo que se traduce en una menor demanda de los productos de exportación de los países.
Fuente: Reuters / Elaboración Mentu con datos de Eurostat