El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener sin cambios los tipos de interés oficiales, en respuesta a una disminución continua de la inflación, principalmente debido a la reducción en los precios de la energía. La tasa de interés de referencia se situó en 4,5%.
Se proyecta que la inflación promedie 2,3% en 2024, pero las previsiones se han revisado a la baja para los años siguientes. Aunque los indicadores de inflación subyacente han disminuido, las presiones internas sobre los precios siguen siendo altas, en parte debido al crecimiento de los salarios.
La banca matriz espera que la actividad económica se mantenga moderada en el corto plazo, con una revisión a la baja en la proyección de crecimiento para 2024 al 0,6%. Sin embargo, se prevé una recuperación gradual en los años siguientes, respaldada inicialmente por el consumo y luego por la inversión. El BCE está comprometido con garantizar que la inflación regrese al objetivo del 2%. Las futuras decisiones se basarán en datos económicos y financieros entrantes, así como en la dinámica de la inflación subyacente.


