EL FOGAPY EVIDENCIÓ LA NECESIDAD DE GARANTÍAS
La Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) viene propiciando el uso de fondos de garantía como herramienta para incentivar el otorgamiento de créditos desde el sistema financiero.
Fogapy y Fogamu son ejemplos que ya están en funcionamiento y se está trabajando en la creación de otros fondos, ante la falta de garantías para la concesión de créditos que se evidenció con la experiencia.
Por Iván Rojas, periodista de Mentu
Hasta antes de la pandemia del COVID-19, los fondos de garantía eran una herramienta poco conocida y, por ende, poco poco utilizada en nuestro país. Sin embargo, con el advenimiento de la crisis global, el Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy), administrado por la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), surgió como una opción para sostener el crédito en un momento complicado.
Esta herramienta consiste en una cantidad de dinero reservada por una entidad financiera (en este caso la banca de segundo piso) para poder ofrecer garantías a los bancos, financieras y cooperativas en los casos en que un solicitante de crédito presente un riesgo elevado al momento de solicitar recursos, ya sea porque el proyecto es nuevo o por algún otro motivo.
Resulta que las garantías figuran entre los principales elementos que se tienen en cuenta a la hora de realizar el análisis de riesgo para otorgar un crédito. Las sucesivas encuestas realizadas por el Banco Central del Paraguay (BCP) a los agentes del sistema financiero muestran que, en efecto, la falta de garantías es un elemento que puede resultar en rechazos de solicitudes.
Según la encuesta de Situación General del Crédito correspondiente al primer trimestre del 2024, la existencia de garantías reales (bienes muebles o inmuebles para poner como garantía) es uno de los requisitos más importantes. A su vez, no solamente incide la existencia, sino la calidad de las garantías a ser ofrecidas, como por ejemplo la situación legal de las cosas.
Por su parte, el 14% de los agentes consultados por la banca matriz respondió que la escasa garantía por parte de los prestatarios es el principal factor que incide en el rechazo de los créditos. Al mismo tiempo, el 26,7% contestó que el principal motivo es la falta de información de los clientes.
Fernando Lugo, gerente general de la AFD, conversó con Mentu sobre esta situación y los nuevos fondos de garantía que está preparando la institución. Apuntó que la experiencia con el Fogapy sirvió para comprender mejor la falta de garantías que aqueja al mercado local del crédito y, por ello, anunció que se está trabajando para crear otros fondos.
“Creemos que la experiencia del Fogapy fue beneficiosa para que nosotros podamos encontrar esta necesidad que hay en el mercado, de más garantías. Sabemos que, por regulaciones, las instituciones financieras necesitan que las operaciones crediticias cuenten con alguna garantía y hay veces que los proyectos son buenos pero, porque son nuevos, no cuentan aún con garantías”, comentó.
De hecho, el Fondo de Garantía de la Mujer (Fogamu), destinado a emprendimientos con liderazgo femenino, ya está en actividad y el gerente general de la AFD también apuntó que se está trabajando en otros fondos, como el de vivienda, que será fundamental para el sector inmobiliario; mientras que el fondo de garantía forestal será vital para la concesión de créditos en un sector que se desarrolla con fuerza.
Actualmente, la AFD se encuentra en negociación con el Banco Mundial para acceder a un crédito de USD 100 millones que serán destinados al negocio forestal. Una parte de este dinero, de concretarse el crédito, será utilizado para la creación del fondo de garantía forestal (Fogafor).
“Tenemos el Fogapy, está lanzado hoy en día el Fondo de Garantía para la Mujer, estamos por lanzar un Fondo de Garantía de Educación, otros fondos de garantía se están trabajando también, como el de la vivienda y el de garantía forestal”, puntualizó Lugo.
Fernando Lugo, gerente general de la AFD.
El monto máximo de créditos a ser garantizados por el Fogamu es de G. 1.600 millones actualmente, con plazos de hasta diez años y con cobertura de garantía de hasta el 80% del crédito para la institución financiera que otorgue el préstamo. Al cierre de abril de este año, el Fogamu dejó un saldo de garantías otorgadas por valor de G. 35.253 millones, unos USD 4,7 millones, aproximadamente.
Por su parte, el Fondo de Garantía del Paraguay (Fogapy) tiene actualmente un saldo de garantías de G. 1,3 billones, lo que representa aproximadamente unos USD 200 millones. Cabe recalcar que el Fogapy tiene ya mucho más rodaje que el Fogamu, por el ejercicio adquirido durante la pandemia y los años posteriores también.
Con respecto a las regulaciones del BCP como plataforma legal para la creación de fondos de garantía, Lugo puntualizó que de hecho la AFD trabaja muy de cerca este tema con la banca matriz. Recordó que hubo modificaciones al respecto durante la pandemia y apuntó que, en la medida que hay necesidades de realizar modificaciones, siempre encuentran apertura al diálogo.