May 27, 2024 | Pulso de negocios

“Estamos aprendiendo sobre la rentabilidad del negocio forestal”

Mirta Martínez, CEO de la Mesa de Finanzas Sostenibles del Paraguay, conversó con Mentu sobre las adecuaciones que se están llevando adelante en el sistema financiero paraguayo para canalizar las inversiones que se vienen hacia el negocio forestal.

Destacó a la inversión a largo plazo como uno de los principales cambios culturales que trae esta modalidad de negocios, lo que a su vez exige una readecuación en los análisis de riesgos y generación de conocimiento.

Por Marta García, periodista de Mentu – noticias@mentu.com.py

– ¿Qué tan avanzada está la incorporación de la sostenibilidad a la actividad financiera?

Mirta Martínez: Las finanzas sostenibles significan el compromiso del sector financiero en canalizar recursos que impulsen el desarrollo de sectores para la dinamización de la economía, mirando el impacto que esas inversiones puedan generar en la sociedad, en el medio ambiente. Entonces, la idea de las finanzas sostenibles pasa por el tema de mirar que los recursos que canalicemos no generen impactos negativos, pero, por otro lado, que generen desarrollo. El negocio forestal es un sector de mucho potencial para Paraguay, es generador de empleos, en el desarrollo de un país que tiene tierras adecuadas para la industria forestal y donde hay muchos beneficios en términos de incentivo a las inversiones.

Las tendencias mundiales en el sector financiero van a que cada vez más los inversores buscan generar buenos impactos con sus inversores. Eso significa que las entidades financieras tienen que encontrar mecanismos, herramientas, para mirar esos riesgos, que es lo que se conoce como riesgos ambientales, riesgos climáticos, de biodiversidad; todo lo que hagamos desde el sector financiero tiene que tener este compromiso y no tiene que generar impactos negativos.

– En cuanto a la banca local, ¿qué presencia están teniendo los proyectos sostenibles y los negocios forestales al interior de las carteras de crédito?

Esto es nuevo, no todos los bancos del sector están trabajando con los temas forestales, estamos aprendiendo. Hay bancos que están trabajando con estas grandes inversiones, de instalación de grandes empresas como la de Paracel, pero creo que estamos en un proceso de aprendizaje, de aprender cuáles son los estándares del modelo. Son inversiones de muy largo plazo a las que el propio paraguayo no está acostumbrado. Hay un gran avance, pero creo que todavía tenemos mucho por aprender y mucho por desarrollar en términos de conocimiento.

El sistema financiero paraguayo es el más desarrollado en términos de riesgos ambientales y sociales en la región, desde la Mesa tenemos doce años de trabajo institucional en generar conocimiento, en generar estándares; tenemos una normativa del Banco Central, somos de los pocos países que tienen una normativa que obliga a los bancos a tener una política y herramientas para medir los riesgos socioambientales. Entonces, es un sector financiero desarrollado, comprometido, y seguimos avanzando en el aprendizaje.

– ¿Cómo están viendo la rentabilidad que genera este tipo de proyectos, en comparación con otros negocios?

Estamos aprendiendo sobre la rentabilidad del negocio y, sobre todo, qué técnicas se necesitan o qué conocimiento técnico se necesita para el cuidado de las plantaciones, para que sean rentables. En ese proceso, estamos formando capacidades; nosotros no somos los técnicos, pero tenemos que conocer para poder evaluar bien, para poder entender el ciclo del negocio, para poder considerar aquellos factores que podrían ser de riesgo: todo lo que tiene que ver con la agricultura y la ganadería tiene un factor externo climático que no podemos influir. Entonces, en ese desarrollo estamos también conociendo cuál es la rentabilidad, y la rentabilidad a largo plazo, de cómo se sostiene un negocio que mira no menos de diez años.

Si miramos las tendencias de los mercados internacionales, la rentabilidad de estos negocios está subiendo y el precio de las tierras productivas va a ir subiendo en la medida que se desarrolle el negocio; probablemente va a pasar que la búsqueda de tierras productivas para el negocio forestal va a subir: al subir la demanda, van a subir los precios. Hay como una cadena que puede tener impactos positivos, pero también tenemos que mirar desde el punto de los riesgos que implica, ahí los fondos de garantía son super importantes como para paliar un poco esta vulnerabilidad climática que existe para todos los negocios que están vinculados con la agricultura o la ganadería. Además, el punto de equilibrio llega relativamente tarde, en el sentido de que se requiere de muchos años de inversión.

– A su criterio, ¿las oportunidades de negocios alrededor de la industria forestal y la inversión que está llegando ya van más rápido que la adecuación en infraestructura que se requiere para aprovechar todo el potencial?

Te diría que uno nunca sabe qué está primero, el huevo o la gallina: vamos a invertir, hacer las rutas, y vienen las inversiones; o vienen las inversiones y nos apuran un poquito. Tenemos ahora estas grandes inversiones que son fuera del contexto que normalmente conocemos y es para nosotros una oportunidad de mirar que Paraguay tiene ese potencial. Tenemos condiciones muy interesantes, un país que tiene una matriz energética 100% limpia no se encuentra tan fácilmente en la región, tenemos esas condiciones que son válidas como para pensar que esto puede ser un futuro promisorio para nuestro país. 

 

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