Una investigación realizada por Banco de la Reserva Federal de Cleveland sugiere que la inflación en Estados Unidos (EE.UU.) podría tardar hasta mediados de 2027 en volver a ubicarse en la meta del 2%.
Este pronóstico se basa en el análisis del economista Randal Verbrugge, quien argumenta que, aunque los impactos inflacionistas de los choques de la era pandémica se han resuelto, las fuerzas restantes que mantienen la inflación elevada son muy persistentes.
La investigación distingue entre los shocks externos y la dinámica de la economía en ausencia de shocks, señalando que las presiones inflacionarias actuales están mayormente impulsadas por factores internos de la economía, como el crecimiento salarial y el ajuste de precios de las empresas.
La normalización de las cadenas de suministros contribuyó a la baja de la inflación en algunos sectores, aunque este progreso parece haber llegado a su límite. Si bien la inflación subyacente disminuyó en abril, los hacedores de políticas necesitan más evidencia de una tendencia descendente para bajar tasas.