El Banco Central Europeo (BCE) recortó su tasa de interés en 0,25 puntos, situándola en 4,25%. Este es el primer recorte de tipo de interés que realiza el BCE desde 2016, una decisión que considera la evolución de la inflación, la cual había alcanzado un pico de 10,6% en octubre de 2022 y se ha ubicado en 2,6% en mayo del corriente, tras el 2,4% de abril..
El recorte se produce en un contexto de desaceleración económica, con un crecimiento de 0,3% en el primer trimestre de 2024 tras contracciones en los dos trimestres anteriores. Las proyecciones del BCE esperan que la inflación media sea de 2% en 2025 y 1,9% en 2026, manteniendo así tipos de interés reales positivos.
Aunque el BCE no se ha comprometido a futuros recortes, sigue monitoreando la situación económica. Las proyecciones económicas de junio podrían ajustar ligeramente al alza el crecimiento y la inflación para 2024. No obstante, cabe señalar que la institución se enfrenta al desafío de equilibrar el recorte de tipos sin reavivar la inflación ni frenar el crecimiento económico.