El Banco Central de Brasil (BCB) mantuvo este miércoles su tasa de referencia en 10,5%, con lo que interrumpe un ciclo de siete reducciones consecutivas que comenzó en agosto del año pasado.
Esta decisión tomada por el Comité está explicada por el contexto externo adverso, en función de una incertidumbre que se elevó debido a la postergación de la reducción de los tipos de interés en Estados Unidos y a la velocidad en la que se desacelera la inflación en los países de la región, donde se esperaba un nivel con mayor convergencia a las metas propuestas por los bancos centrales.
En relación con el escenario doméstico brasileño, los indicadores de actividad económica de corto plazo y el mercado de trabajo siguen presentando una dinámica positiva. En cuanto a la inflación, esta sigue demostrando una trayectoria descendente para los consumidores. Sin embargo, la subyacente sigue por encima de la meta.
Este contexto de restricción monetaria incentiva a la captación de capital, elevando el retorno de los instrumentos de renta fija soberanas que emite el Banco Central de Brasil.