Si bien los precios de los alimentos son superiores a los del año pasado, las presiones sobre los mismos continúan cediendo por lo que se redujeron 1,4% de julio a agosto, lo que incidió en la inflación del octavo mes que fue de -0,2%.
Con este resultado, la inflación acumulada fue de 2,6%, que si bien es 0,6 puntos porcentuales (p.p.) superior a la registrada en el mismo mes del año previo (2%), permanece por debajo de la inflación de 4% proyectada para el cierre del año. Por otro lado, la inflación interanual se ubicó en 4,3%.
Entre los factores que incidieron en la inflación de agosto se encuentran las reducciones de precios de algunos bienes alimenticios, en particular de los rubros frutihortícolas. Los precios de otros alimentos como la carne vacuna y sus sustitutos también bajaron, debido a una mayor oferta local.
En contrapartida, se dio un aumento de precios de otros alimentos, de los servicios, y en especial de los bienes durables, donde los importados tuvieron el principal incremento por la suba del tipo de cambio.