China ha decidido reducir su tasa de interés de referencia para préstamos en un intento de estimular su economía. El Banco Popular recortó el tipo preferencial a un año a 3,10% y el tipo a cinco años a 3,60%. Esta medida busca apoyar al sector inmobiliario y fomentar el consumo en un contexto de volatilidad en los mercados.
Desde septiembre, el banco central ha implementado varias medidas de estímulo, incluyendo una reducción del coeficiente de reservas obligatorias. Estas acciones buscan contrarrestar la caída de la inversión inmobiliaria, que ha disminuido significativamente este año. A pesar de un leve repunte en el crecimiento económico, persisten preocupaciones sobre la estabilidad del yuan y la volatilidad en las bolsas.
Las autoridades chinas confían en alcanzar el objetivo de crecimiento del 5% para este año y anticipan más recortes antes de fin de año. Aunque hubo mejoras en las ventas minoristas y la producción industrial en septiembre, la economía sigue enfrentando desafíos importantes. La efectividad de estas medidas de estímulo aún es incierta.