En noviembre de 2024, la tasa de morosidad del sistema bancario se ubicó en niveles bajos interanualmente desde finales del 2021 situándose en 2,89%, lo que refleja un leve incremento respecto a meses anteriores.
El desempeño positivo en ciertos sectores económicos ha sido clave para mantener bajo control la morosidad. En ese sentido, la tasa del sistema se redujo 0,95 puntos porcentuales comparada con la del mismo mes del pasado año.
Las carteras con menor nivel de mora incluyen a los sectores de cultivos agrícolas, cría de animales e industrias manufactureras, con tasas de 1,00%, 1,71% y 1,11%, respectivamente.
En contraste, los sectores con mayores niveles de morosidad siguen siendo comercio al por mayor y consumo, servicios personales cuyas tasas alcanzaron 3,78%, 3,89% y 5,16%, respectivamente.
El crédito al consumo, permanece como uno de los segmentos más riesgosos para las instituciones financieras, aunque su demanda continúa en aumento debido al repunte en el gasto de los hogares.