China anunció una serie de medidas en represalia a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos (EE.UU). A partir del 10 de abril, se aplicará un arancel adicional de 34% a las importaciones de todos los productos estadounidenses. Además, 11 entidades estadounidenses fueron incluidas en la lista de «entidades no confiables» y 16 en la lista de control de exportaciones. Estas acciones se suman a la suspensión inmediata de ciertas importaciones agrícolas y a las nuevas investigaciones antidumping y antimonopolio contra empresas de EE. UU. e India.
En respuesta, el Presidente de EE. UU. amenazó con imponer aranceles adicionales del 50% a China si no retira sus aranceles de represalia.
Esto profundiza el conflicto comercial entre ambas potencias, aumentando la incertidumbre sobre el comercio y el crecimiento global. Con la medida de china, los productos agrícolas estadounidenses no podrán ingresar a su territorio, lo que según expertos abre una oportunidad para otros exportadores como Brasil y Australia. Sin embargo, también podría ejercer presiones a la baja de los precios internacionales.