La calificadora Moody’s Ratings rebajó la calificación de deuda a largo plazo de Estados Unidos de Aaa a Aa1, con perspectiva estable. La decisión se basa en el continuo aumento del déficit fiscal y del peso del pago de intereses, que alcanzaron niveles más altos que otros países con calificaciones similares.
Moody’s señala que, pese a múltiples administraciones, el gobierno de EE.UU. no ha logrado revertir el aumento del endeudamiento ni controlar el gasto obligatorio. Se espera que el déficit fiscal alcance casi 9% del PIB en 2035 y que la deuda pública supere el 130% del PIB.
No obstante, la perspectiva estable refleja la importancia de su economía, la resiliencia institucional y el rol clave del dólar como moneda de reserva mundial. Moody’s confía en la capacidad del país para mantener políticas monetarias efectivas a pesar de la incertidumbre política reciente.
La calificadora considera que, si bien es probable que el crecimiento se desacelere a corto plazo a medida que la economía se ajusta a aranceles más altos, no se verá significativamente afectado en el largo plazo.