En febrero de 2024, el índice de precios de alimentos de la FAO disminuyó ligeramente 0,7 % respecto al mes anterior, situándose en 117,3 puntos.
Esta caída se debió principalmente a los descensos de los precios de los cereales y los aceites vegetales, aunque fue parcialmente compensada por los aumentos de los precios del azúcar, la carne y los productos lácteos.
En comparación con el mismo mes del año anterior, el índice experimentó una disminución significativa del 10,5%.
Los precios de los cereales descendieron en febrero debido a las expectativas de abundantes cosechas en América del Sur y Rusia, lo que afectó principalmente al maíz y al trigo. Por otro lado, los precios de los aceites vegetales también disminuyeron, especialmente los de soja, girasol y colza, debido a las amplias disponibilidades exportables a nivel mundial.
En contraste, los precios del azúcar continuaron aumentando debido a la preocupación por las perspectivas de producción en Brasil, India y Tailandia.


