En julio, la inflación subyacente fue de 0,2%, siendo superior a la inflación total (0%). A su vez, la otra medida de inflación subyacente (denominada X1), que además de excluir a las frutas y verduras no incorpora los servicios tarifados y combustibles, fue de 0,3%. En términos interanuales, la inflación subyacente y la X1 alcanzaron 3,8% y 5,6%, respectivamente, por encima de la total de 3,5%.
La inflación subyacente X1 mide la evolución de los precios excluyendo elementos volátiles como frutas, verduras, combustibles y servicios tarifados, lo que implica que la suba de precios actualmente está en la estructura de costos y que su reducción requiere de más esfuerzos.
Una inflación controlada y predecible es fundamental para el bienestar económico de una nación. Los nuevos líderes políticos y económicos deben tener en cuenta los datos para adoptar las políticas económicas apropiadas, que permitan mantener la predictibilidad de precios, que propicie la toma de decisiones de consumo e inversión, para así promover el crecimiento económico sostenible.


