De acuerdo a los datos publicados por la Sociedad Americana y el Consejo de las Américas (ASCOA), el combate contra la corrupción presentó un panorama mixto en Latinoamérica durante el último año.
La lucha contra la pandemia de la COVID-19 y los problemas como la inflación agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania han incidido en la priorización de la lucha contra la corrupción.
En países como Chile, Ecuador y Perú el entorno de anticorrupción se mantuvo estable indicando la fortaleza institucional, mientras que Paraguay, México, Bolivia y Venezuela registraron los peores desempeños debido a la politización de las instituciones judiciales que continua siendo un desafío persistente.
Si bien Paraguay ha tenido un avance, con una variación positiva del 9% del índice con respecto al 2021 por la mejora en la capacidad jurídica; la cifra permanece como una de las menores en la región. Esto podría impactar en la imagen y seguridad del país y por ende en el flujo futuro de inversiones extranjeras.


