A medida que se extiendan los impactos de las sanciones de Estados Unidos y Europa, la economía rusa podría enfrentar una recesión más prolongada y profunda.
Según Bloomberg, las restricciones cubren alrededor de una cuarta parte de las importaciones y exportaciones rusas, el país se enfrenta a un “bloqueo” que afecta las cadenas logísticas acelerando aun más la recesión.
Además de los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, el alejamiento de Europa del mercado del petróleo y el gas ruso estaría incidiendo en parte importante sobre la actividad económica.
Esto repercutiría sobre los volúmenes de producción reducidos en los principales sectores orientados a la exportación del petróleo, gas, metales y productos químicos.
En la última revisión del Producto Interno Bruto (PIB) de Rusia, la variación fue ajustada a -4%, lo que señalaría que la recesión se intensificaría de mantenerse las sanciones impuestas a dicho país.


