La Presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunció en su discurso que la banca matriz de la zona de la moneda común podría necesitar subir sus tasas de interés a un nivel que restrinja el crecimiento económico para combatir la alta inflación.
Lagarde hizo hincapié en que la respuesta apropiada para corregir la desviación de la meta de inflación depende de tres factores: la fuente de la misma, el tamaño y la persistencia. Así también, señaló que la política monetaria no puede evitar los efectos de primera ronda de estos shocks pero si puede garantizar que no perduren en la economía.
Las causas de la inflación subyacen en los cuellos de botellas ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania que produjo el incremento de los precios de la energía y agravó la escasez de oferta.
En este sentido el desafío en el corto plazo sería el reemplazar las importaciones de combustibles fósiles rusos aunque en el largo plazo esto podría acelerar la transición ecológica en Europa hacia energías renovables.


