Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, al cierre del octavo mes del año, el índice de precios al consumidor (IPC) del país del norte se incrementó 3,7% en forma interanual. Este es el segundo mes consecutivo de suba de la inflación interanual, tras un año de moderación.
En términos mensuales el IPC se incrementó 0,6%, su mayor variación mensual en los últimos 12 meses, impulsada por el incremento de los precios de la gasolina que representó más de la mitad del aumento.
Así también, la inflación subyacente que excluye los bienes volátiles y por ende marca la pauta de la inflación de largo plazo fue de 4,3%, esto es 0,4 puntos porcentuales menor respecto a la del mes anterior.
De esta manera la inflación se mantiene aún distante de la meta de 2% por lo que es probable que la Reserva Federal (FED) incremente su tasa de referencia en su próxima de reunión. Este escenario se reaviva el desafío para las autoridades estadounidenses, de controlar la inflación y evitar que su economía caiga en recesión.

