S&P es la primera calificadora en mejorar a grado de inversión la calificación soberana de Grecia hasta “BBB/A-3”, con perspectiva estable, para las emisiones a largo plazo en moneda local y extranjera.
Este hito ocurre luego de más de una década, cuando el país pasó por una crisis económica, específicamente en el año 2010, que comenzó antes de la entrada a la Unión Europea. En ese momento tenía una deuda pública equivalente al 103% del PIB a causa de los gastos del gobierno.
En el año 2018 Grecia logró salir de la crisis. La recuperación refleja el optimismo de la empresa de calificación crediticia hacia Grecia, debido a la mejorada posición presupuestaria de dicho país, que espera un superávit de 2,1% y un crecimiento económico de 3% para el próximo año.
Con la mejora del estado crediticio, se esperan mejores condiciones de préstamo y mayores entradas de capital para las empresas griegas. No obstante, cabe mencionar que en el segundo trimestre 2023, el ratio deuda/PIB de Grecia era de 166,5%.


