En junio, los precios en general en Estados Unidos tuvieron una variación de -0,1% en relación al mes previo. Esta es la primera vez desde mayo del 2020 que se registra una deflación mensual.
Por categoría de gastos, los alimentos aumentaron 0,2% mensualmente, impulsados por la suba de precios de los lácteos y la comida fuera de casa.
En contrapartida, los precios de la gasolina se redujeron 3,8% respecto a mayo dada su menor demanda, conduciendo a que el índice de precios de la energía se contrajera 2%, explicando la deflación mensual.
Al excluir los alimentos y la energía, la variación mensual de los precios fue de 0,1%. En esta inflación subyacente incidieron los precios vivienda, así como los de atención a la salud, considerando que en ambas categorías se observó un aumento de 0,2%.
No obstante, de sostenerse la moderación de la inflación general, aumenta la probabilidad de que la FED reduzca su tasa de referencia en setiembre, lo que podría reducir el costo del financiamiento en otros países.