Los fabricantes de automóviles europeos enfrentan un dilema ante la imposición a partir del 3 de abril de aranceles de 25% a las importaciones estadounidenses de vehículos terminados y ciertos componentes.
Empresas como Ferrari y Valeo anunciaron que trasladarán estos costos a los consumidores con aumentos de precios de hasta un 10%, mientras que otras marcas, como Volkswagen, Porsche, BMW y Mercedes-Benz, optan por la cautela.
El sector teme represalias del Presidente Donald Trump, quien busca incentivar la producción en EE.UU. y podría reaccionar negativamente a las subidas de precios. Analistas estiman un impacto del 10 al 20% en las ganancias de los fabricantes alemanes, mientras que los fabricantes de autos de lujo podrían trasladar los aumentos a los modelos exclusivos.
Esta situación podría impactar el empleo en la Zona Euro, cuya tasa de desempleo era del 6,2% en enero, y afectar a economías emergentes que participan en el ensamblaje de estos vehículos, generando incertidumbre en la industria global.