A 100 días del mandato de Donald Trump, funcionarios de la Casa Blanca esperan un período de acuerdos comerciales, conversaciones de paz y nuevas medidas ejecutivas. Sin embargo, un informe de Oxford Economics alerta que la política proteccionista genera tensiones estructurales en la economía global.
Economías como China, Europa y Japón se ven forzadas a replantear sus relaciones comerciales, en medio de un comercio internacional más fragmentado y volátil, aunque el efecto de estos ajustes podría darse en años posteriores al fin del mandato de Trump.
La presión sobre países con superávits como Alemania y China se intensifica, al tiempo que aumentan las primas de riesgo y se reducen los refugios tradicionales de inversión.
Este giro hacia el mercantilismo, donde los países priorizan su riqueza y autonomía sobre la cooperación internacional, remite a prácticas históricas: superávits comerciales, intervencionismo, subsidios estratégicos, y búsqueda de recursos naturales. Esto estaría afectando el comercio y, por ende, el crecimiento global.