Las compras con tarjetas en los centros comerciales reportaron un crecimiento de 34% al cierre del primer cuatrimestre del año, según datos de Bancard presentados por Dende. Mientras, el PIB viene arrojando una expansión promedio de solo 2,7% en la última década, por lo que sugieren prestar atención para evitar el sobreendeudamiento y la sobreinversión.
Por Marta García – Periodista
Los pagos digitales se encuentran atravesando por un periodo de intenso crecimiento que se materializa año a año en reportes como los de la procesadora Bancard. Los resultados muestran tanto un acelerado ritmo de adopción de estas innovaciones tecnológicas como un importante incremento en los montos por los que se realizan las compras.
En el primer cuatrimestre del 2025, se realizaron compras con tarjetas por valor de G. 1,2 billones en los centros comerciales del país, con un aumento de 34% respecto a los cuatro primeros meses del año anterior. Estas operaciones se efectuaron a través de 9,6 millones de transacciones, las que a su vez muestran una suba de 24% en comparación con el primer cuatrimestre del 2024.
Si nos remontamos a ocho años atrás, la diferencia con el primer cuatrimestre del 2017 es de 428% para el volumen de compras con tarjetas y de 772% para las transacciones, es decir, hoy en día es cinco veces mayor el consumo que se realiza con estos medios de pago en los shoppings del país y la cantidad de operaciones es casi nueve veces más.
Estos datos fueron presentados por Alberto Acosta Garbarino, presidente de la asociación civil Desarrollo en Democracia (Dende) y de Banco Familiar, durante un conversatorio organizado por la Cámara de Centros Comerciales del Paraguay (CCCPY).
El analista destacó que estos números demuestran el gran crecimiento que está teniendo el consumo en general, impulsado por el fuerte dinamismo del crédito y de la importación, a lo que se suma la “explosión” de los medios digitales y las facilidades que representan las promociones con el uso de tarjetas que se implementan desde el sistema financiero.
“Hay que sumar también el volumen de extranjeros, de argentinos sobre todo. Gran parte del consumo de los extranjeros con tarjeta es de Argentina, eso también tiene su impacto. Basta que uno vaya a uno de los shoppings capitalinos para darse cuenta de que hay mucha compra de argentinos, eso ya se debe a la política (del presidente de Argentina, Javier) Milei”, expresó el ejecutivo bancario.
Por su parte, el crédito de consumo aumentó 20% interanual en el primer trimestre del presente año, de acuerdo con registros del Banco Central del Paraguay (BCP), en línea con el crecimiento de 21% que experimentó el crédito total en el mismo periodo y manteniendo el ritmo más elevado al menos de los últimos ocho años. Esta cartera suma actualmente G. 28,3 billones y concentra el 16% de los préstamos totales concedidos por el sistema bancario local.
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PIB volátil
Este ritmo de expansión del crédito y del consumo se está dando dentro de un periodo en que el crecimiento económico promedio del país está siendo menor, según expuso el presidente de Dende. Después de haber aumentado el Producto Interno Bruto (PIB) a un nivel promedio de 5% entre los años 2006 y 2014 (periodo conocido como el boom de los commodities); el ritmo se redujo a casi la mitad, 2,7%, desde el 2015 hasta el 2023, según los cálculos de Dende.
Con estos números se demuestra que la economía paraguaya sigue caracterizándose por una importante volatilidad, es decir, con años que pueden resultar muy beneficiosos para los diversos sectores y otros que pueden arrojar desenvolvimientos menos favorables.
“Los centros comerciales y todos los actores económicos del país tienen que saber que estamos con una economía que tiene uno de los PIB más volátiles de América Latina porque una parte importante del PIB tiene que ver con el sector agrícola. En un año de buena lluvia, de buena cosecha, el PIB crece; y en años de sequía, puede caer muy fuertemente”, explicó Acosta Garbarino.
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En el desarrollo de su análisis, recordó que la producción de soja normalmente está en 10 millones de toneladas, aproximadamente. En un año de fuerte sequía, cae por ejemplo a 5 millones y arroja una reducción de 50%; pero, al año siguiente, se retorna al volumen habitual de 10 millones y en el índice crece 100%.
“Es una cosa que hay que mirar con cuidado. En promedio, históricamente, Paraguay viene creciendo al 3,5%, ese es el potencial de crecimiento. Si me voy a endeudar, si voy a entrar en un proyecto, tengo que saber que la economía paraguaya crece 3,5% en promedio, no crece 5% ni 10% ni 4% ni 20%. (Hay que) ser prudente y mirar la tendencia de largo plazo, y no tanto cuánto crecimos el año pasado o este año, porque eso es muy volátil”, sostuvo el presidente de Dende.
Ante este panorama, se torna preocupante el elevado nivel de crecimiento del consumo que se está observando en los centros comerciales, porque puede acarrear problemas de sobreendeudamiento y sobreinversión si no está sostenido por un dinamismo similar desde la generación de ingresos. “Estamos en un ciclo alto en este momento y prudencia es la palabra que querría utilizar, hay que tener cuidado con este crecimiento tan alto”, expresó Acosta Garbarino.
Advirtió que ya hay problemas desde las exportaciones, que observa se encuentran “bastante trancadas”, tanto en la soja como en la carne. “La soja principalmente ya no crece tanto, y esa es la fuente que tenemos de entrada de dólares que nos permite comprar autos, heladeras, motos, (todo lo que hay que) traer de afuera. Entonces, hay que tener mucho cuidado porque la tendencia es de que se tenga que ir frenando un poco este crecimiento tan acelerado del consumo”, concluyó.
Detalles del análisis
Las operaciones analizadas durante la presentación de Acosta Garbarino corresponden a las ventas que pasaron por Bancard vía POS o QR en tiendas como supermercados, restaurantes y comercios. No se incluye al segmento e-commerce, sino lo que vendieron las tiendas en los distintos shoppings de manera física. También están fuera del grupo las tiendas por departamento, como Shopping China, ya que estas son tiendas únicas que tienen distintas secciones y no operan bajo la figura del centro comercial.