La economía de la Zona Euro se estancó en junio, con el Índice de Gestores de Compra PMI compuesto en 50,2 puntos, sin variación respecto a mayo y apenas por encima del umbral que indica crecimiento. La mejora en servicios fue mínima, con un índice de 50 puntos, mientras que la producción manufacturera se desaceleró a 51 puntos.
La demanda general siguió cayendo, aunque al ritmo más lento en más de un año, y el empleo solo creció levemente en servicios. Los precios de venta aumentaron más en servicios, mientras que en la industria bajaron por segundo mes consecutivo. Pese al crecimiento mínimo, las perspectivas son optimistas gracias al repunte en la confianza empresarial y la estabilidad en el empleo.
Por países, Alemania mostró signos de recuperación con un aumento de nuevos pedidos en la industria, mientras que Francia volvió a contraerse, afectada por la debilidad en ambos sectores. En este contexto, los analistas señalan que la economía no logra tomar impulso, mientras que el BCE mantiene una postura cautelosa pese a la moderación de la inflación.