La llegada del Covid-19 causó una grave desaceleración económica que tuvo como consecuencia la reducción de ingresos públicos en las economías de la región, las cuales son de suma importancia para atender las necesidades de la ciudadanía, así como aliviar los altos niveles de vulnerabilidad.

A modo de generar mayores ingresos estatales, es importante el fortalecimiento de los sistemas tributarios, lo cual no significa precisamente incrementar los impuestos pese a que Paraguay se encuentra por debajo del nivel regional, sino que se debería primeramente ampliar la base contributiva a través de la formalización, considerando que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la evasión tributaria es el principal obstáculo que enfrentan las finanzas de los países.

Considerando los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el año 2018, la recaudación tributaria en América Latina y el Caribe (ALC) representó el 23,1% del Producto Interno Bruto (PIB). En Paraguay, en el mismo año, los ingresos tributarios ascendieron a Gs. 23,1 billones, lo que representa el 10% del PIB, muy por debajo del promedio regional, mientras que al cierre del mes de octubre del corriente año pasaron a representar solo el 7,6% del PIB estimado del país.

Teniendo en cuenta que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se ha convertido en el principal instrumento de recaudación, y, conforme con la CEPAL, en los años más recientes sus niveles de incumplimiento en 13 países de ALC se ha mantenido en torno al 30%, se ve que la pérdida tributaria por la evasión de dicho impuesto en Paraguay sería equivalente a Gs. 5,2 billones, similar a la inversión destinada al Ministerio de Saludo en el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el ejercicio fiscal 2021.

Así, los esfuerzos por disminuir los niveles de evasión tributaria podrían traducirse en mayores ingresos para el Estado, lo que permitiría contar con mayor espacio fiscal para realizar inversiones, así como también posibilitaría que, eventualmente, la deuda pública retorne a un nivel prudente que permita consolidar la estabilidad macroeconómica del país.

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)