En marzo, el índice de precios de los alimentos elaborado por la FAO se situó en 126,9 puntos, es decir, 2,8 puntos por debajo del nivel de febrero, mostrando así una tendencia a la baja desde que alcanzó su máximo histórico en marzo del año pasado.
La disminución del índice estuvo influenciada por el descenso de los índices de precios de los cereales, aceites vegetales y los productos lácteos, mientras que los índices del azúcar y de la carne aumentaron.
Entre los factores que incidieron en la baja de los precios del cereales se destaca la caída de 7,1% en los precios internacionales del trigo como consecuencia de la mayor oferta mundial y la fuerte competencia entre exportadores. Así también, los precios del maíz registraron caídas en marzo debido a la producción sin precedentes en Brasil y la prórroga de la iniciativa sobre exportación de cereales por el Mar Negro.
No obstante, el organismo señala que pese a la baja, en términos generales los precios continúan elevados y aumentan en los mercados nacionales, planteando nuevos desafíos para la seguridad alimentaria.


