La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha ajustado ligeramente al alza su proyección de crecimiento económico de la región hasta 2,1% para el 2024.
El ritmo lento, que refleja la caída de la tasa de crecimiento tendencial del PIB regional, sigue la tendencia a la baja de los últimos años, mientras que Latinoamérica enfrenta desafíos internos y externos.
Por un lado, la disminución de la inflación ha conducido a que los bancos centrales de la región ajustasen a la baja sus tasas de interés, lo cual podría tener un impacto positivo en la actividad económica. Por el otro, el pronóstico de crecimiento global se encuentra por debajo de los promedios históricos, en un contexto de tensiones geopolíticas que afectan las cadenas de valor y de altas tasas de interés de los países desarrollados, lo que podría debilitar el dinamismo regional.
La CEPAL indica que la región debe aumentar su productividad y la inversión en capital humano y físico, mejorando la eficiencia de esta para dinamizar el crecimiento y promover un desarrollo inclusivo.